Eres mi visita número

sábado, 28 de abril de 2012

Celos.

Todo lo que hay en este mundo
existe para acorralarte.

Rangiku: - ¿Cómo es que estás tan apagada hoy?
Orihime: - ¡¿Eh...?! Qué va, si no...
Rangiku: - Cuéntame. Te escucho.
Orihime: - En serio... No me pasa... Nada...
Rangiku: - Si no me lo cuentas, lo pasarás peor.
Orihime: - ... Kuchiki... Es extraordinaria, ¿verdad? Kurosaki... Estaba tan deprimido... y, de repente... Ella consigue que vuelva a recobrar el ánimo. No soy... una buena persona. Tendría que bastarme con que Kurosaki haya vuelto a ser él mismo. Eso es lo que debería pensar. Kuchiki ha vuelto. Gracias a ella, Kurosaki está bien otra vez... Debería alegrarme. Y sin embargo... ESTOY CELOSA... CELOSA DE ELLA. Kuchiki es amable... Fuerte... Guapa... Sabe cómo animar a Kurosaki. Y la quiero mucho. No entiendo por qué en el Instituto no me sentía así. Ha sido al volver a casa que me he derrumbado... No me gusta ser así. Me siento despreciable...  ¿Rangiku?
Rangiku: - Tonta. Dejad las cosas cómo están. Kuchiki y tú. Ichigo todavía es un niño que no ha crecido del todo. Ahora mismo os necesita a las dos. ¿Qué tiene de despreciable sentir celos? De esa manera estás empezando a aceptar una parte de ti. ¿Sabías lo sencillo que resulta huir del problema y culpar al otro? Tú no huyes, lo estás aceptando. Yo diría que eres admirable... Orihime.


Somos peces frente a una cascada.
Somos insectos en una jaula.

Somos los restos tras una violenta ola.
Los huesos de la calavera.
Una corriente de poder; una ballena que todo lo devora.

Somos un toro de cinco cuernos.
Somos un monstruo que escupe fuego.
Somos el niño que llora.

Sí. Somos los envenenados por la luz de la luna.


P.D. Así es cómo se siente.

No hay comentarios: