Tragic Birthday

Sí, hoy es mi cumpleaños, y un año más lo odio... Para mi no es un cumpleaños ese en el que te tienes que levantar a las siete menos cuarto un miércoles de vacaciones para coger el autobús que te lleva al colegio... Ver a la mayoría de esa gente hipócrita que te mira mal porque vayas con una camiseta de The Rolling Stones (Sí, voy con una de ellas); sentarte al fondo de un aula llena de esa gente; escribir, si es que a eso se le ha podido llamar escribir, en unos folios algo que has estado aprendiendo durante todo el curso pero que no se te había quedado del todo bien grabado en tu memoria, y que probablemente ahora tampoco se te haya marcado; inventarte un final nuevo para un libro que te has tenido que leer durante el verano (yo me lo leí durante el curso pero todavía me acuerdo), hacer un resumen sobre el libro; llegar a casa a ponerte a estudiar de nuevo, porque al día siguiente tienes otro examen de recuperación porque durante el año no te ha apatecido abrir el libro de filosofía, mientras la gente te va llamando a casa preguntando cuándo vas a celebrar tu cumpleaños, si tienen que ir hoy, o por el contrario esperar unos días más para llegar a tu casa, a comer lo que tú has comprado y hecho gastando tu dinero, imaginación, y tu tiempo, dejarte la mesa llena de restos de comida no acabada y luego pretendiendo que al año siguiente vuelvas a hacer lo mismo pero poniendo una vela más en la tarta; luego está el momento de los regalos de tus padres, siempre estás ilusionado porque llega tu cumpleaños y así puedes gastarle el dinero a tus padres en lo que no te han querido comprar durante el año que llevas esperando el momento de tu cumpleaños, y llega el momento de abrir tu gran regalo y encontrarte que no hay ni rastro de la entrada del concierto de tu grupo favorito a una ciudad lejana ni del ordenador portátil que deseas desde que sabes que existen...
Sí, este es mi cumpleaños feliz, si para vosotros este es un cumpleaños ideal, os lo regalo... De verdad... no hay trucos, todo lo que he contado es verdad...
Y ahora sí me voy a estudiar para que mi madre cuando venga con la super tarta que ha ido a comprar no me vea en el ordenador...
Veamos si el siguiente cumpleaños es mejor... que al menos cumplo ¡¡18 añacos!!