Eres mi visita número

lunes, 26 de noviembre de 2012

Una parte nueva.

       Mi vida está cambiando. Lo sé, lo acepto, me asusta y me gusta a la vez. Tanta confusión de sentimientos no puede ser buena, y menos tan a la vez. Hay tantas preguntas típicas que no se producen en estos días en mi mente, y creo que comienzo a hacerme cada vez más consciente de mí misma. Comienzo a creer más en mí como yo sola.
      No quiero decir, con todo esto, que Judith haya desaparecido para siempre, sigue ahí pero cada vez más débil. Dudo mucho que consiga irse algún día, ni siquiera en uno muy lejano, aunque está menos presente que antes.
      Empiezo a entender un poco más por qué hago las cosas que hago, o por qué me expreso de este modo. Ya no me cuestiono tanto aspectos de mí misma, o de cómo hago ver a las personas lo que realmente soy. Si bien todavía no he conseguido ser yo la que empiece una conversación en los momentos en los que me quedo a solas con gente que no conozco, al menos ya no me siento tan incómoda entre ellos como antes. Y, curiosamente, me siento menos incómoda con chicos que con chicas...
      Hoy he descubierto algo que me ha sorprendido, por fin, y después de demasiado tiempo dándole vueltas a la cabeza, me he dado cuenta de que quiero estar sola. No sola en el sentido de ser autista, o de encerrarme en mí misma -incluso más aún de lo que a veces hago-, hablo sola en el sentido de sola. Y esto no quiere decir que ya no sienta lo que siento por él, lo cual creo que nunca va a desaparecer, ni siquiera quiere decir que me sienta una mierda porque solo quiera que seamos amigos, esto quiere decir que todavía no estoy preparada para mantener una relación amorosa a larga distancia.
      Me gusta tanto estar sola. Me cuesta tanto expresar mis sentimientos cuando estoy cerca de gente a la que quiero, o a la que comienzo a sentir más cercana a mí. Pocas veces le he dicho te quiero a alguien, no con esas palabras al menos. Pocas veces me siento cómoda dando dos besos a una persona que acabo de conocer, y mucho menos abrazar a esa persona unos meses después de amistad. Y últimamente como que lo busco, ¿o tal vez me lo merezco? No solo me sorprendió la semana pasada la bienvenida tan calurosa que tuve por parte de mis compañeros de piso, ya no solo digo de apartamento, también me ha sorprendido hoy que uno de los chicos me haya abrazado, si no que me ha sorprendido el hecho de que me he sentido bien al recibir cariño de unas personas que, aunque no lo haya admitido en alto, también comienzo a sentir afecto por ellas.
       Pero aún así quiero más.
       Es raro que sea yo la que está escribiendo esto a las casi dos de la mañana. Y es raro que lo esté escribiendo hoy después de cómo me he estado sintiendo últimamente.
       Creo que no solo me siento así porque intuía, y al final he sabido, la respuesta que él me iba a dar. Creo que es por algo más que ahora mismo no consigo poner nombre.
       Ayer salimos de cortos por la Catedral de León. Íbamos unas trece personas, de las cuales cuatro eran desconocidas para mí -a los dos chicos sí que los he visto varias veces porque viven en mi piso-. Salí un poco, no digamos a disgusto, sin muchas ganas. Y al final hasta me lo pasé bien.
       Hoy hemos ido siete personas a ver Lo Imposible en el cine, siete de las cuales una era mi compañera de apartamento, uno de los chicos de al lado, mi tocaya, y tres chicos, uno de ellos salió con nosotros de cortos, el otro ya lo conocía de antes (es un veterano de la residencia) y el otro lo he conocido hoy -por así decirlo-. Y, una vez más, el menos no todo el rato, no me he sentido como un bicho raro...
       A decir verdad, podría haber sido mejor, podría haber entablado una conversación interesante con dos de los chicos, o aunque fuera no interesante también. Podría haber participado más en todo. Pero también sé que he hecho más de lo que ya de normal hago con gente desconocida, y que, espero, poder mejorando en esto de hacer nuevas relaciones poco o a poco. También espero que, las demás personas, entiendan que soy nueva en esto, y que la timidez no es porque yo sea rara, es porque soy así, porque mucha gente me ha hecho daño en el pasado y aún estoy un poco resentida por todo aquello. Y que me cuesta, me cuesta coger confianza después de ello...
       Por último decir que, no es que esté contenta -en realidad estoy un poco deprimida, tal vez la película me ha afectado demasiado (sí, he llorado, ¿qué pasa?)-, estoy algo orgullosa de mi misma... No tanto como me gustaría, pero algo sí lo estoy. Para qué mentir.

No hay comentarios: