Eres mi visita número

martes, 27 de agosto de 2013

Watamote!

"No importa cómo lo mire, es culpa vuestra que no sea popular."
Nunca me ha importado el quedarme atrás, o al menos eso pretendía demostrar. Ni siquiera los insultos me afectaban, o al menos eso era lo que parecía. No es que yo haya decidido el estancarme en el mismo estado que hace cuatro años (incluso más).
¿Para qué quiero engañarme?
Siempre he querido ser, no popular del todo, más bien alguien querida por todo el mundo, o la mayoría de él. Ser amable con todo el mundo, no funciona. Mirar con el ceño fruncido a cualquiera que posa sus ojos en mí, no funciona. Intentar ser invisible y que nadie note que esté ahí, no funciona. Vestir como las demás personas de mi edad, no funciona. Pretender ser una persona que no eres, no funciona. Y me estoy quedando sin verbos... Nada funciona...
Nada de lo que hago conseguirá que alguien se fije en mí dos veces seguidas, y realmente comienza a doler, demasiado.
Todas las personas que conozco han conseguido encontrar a alguien que, al menos por un rato, quiera estar con ellas siempre. Eso ha acabado, no para todas pero sí para la mayoría, pero aún así lo han conseguido. Me siento como un extraterrestre, e incluso los extraterrestres acaban gustando en los mangas que leo, o en los animes y las series que veo. Estoy pensando que incluso Tomoko, personaje principal del MangAnime que da nombre a esta entrada, acabará gustando a alguien, tarde o temprano. Más temprano que tarde, si lo comparas conmigo.
Ya estoy harta de pretender que me gusta la soledad; estoy harta de fingir que paso de todo; estoy harta de hacer creer a mi familia y amigos que no me importa lo que me ha ido ocurriendo en el pasado. No me gusta, no paso, y me importa.
¿A quién pretendo engañar?
Estoy rota por dentro. Pero no de ese modo en el que las cicatrices acabarán curando y optaré por olvidarme de ella. Más bien del modo en el que nadie quiere arreglarme, ni se acerca a intentarlo por lo menos.
No soy una persona interesante, ni interior, ni exteriormente. Por supuesto que nadie querría acercarse a mí del modo en el que a mí me gustaría. ¡Ya no quiero más amigos! ¡No aguanto esto más!
Me desespera, y duele, duele, duele, duele demasiado cuando quieres llorar y acabas haciéndolo. Mañana, mañana, y también mañana pasará lo mismo, nada será nuevo e interesante para mí. Otra vez la misma desesperante y estúpida rutina de siempre.
Es inútil decir que me siento sola si no salgo de mi casa y no paro de ver anime. ¿Cómo planeo encontrar a alguien para no estar sola?

Otra vez lo mismo.

miércoles, 24 de julio de 2013

...

Sé que os debo dos entradas del concierto de Muse de hace más de un mes, y las escribiré probablemente este viernes, pero no sé para qué me molesto si nadie las leerá igualmente.
E igualmente no sé para qué he empezado a escribir esta entrada. Tal vez para descargarme, pero últimamente he estado tan ocupada haciendo nada que no he tenido tiempo para deprimirme, enfadarme o de hacer algo (útil) con mi vida.
Necesitaba vacaciones, ahora necesito entretenerme con algo que no sean animes, libros de lectura y música. Tenía tantas cosas en mente para hacer este verano... Pero cuando llega la hora de la verdad no las hago, ni siquiera las empiezo... Debería encontrar trabajo, lo malo de esto es que un trabajo implicaría socializarse con gente desconocida y ya sé cómo acaba eso... MAL.
Mi madre no para de hostigarme (?) Quiere que estudie para el examen del vier... Oh, que no debía decir nada sobre eso... Aunque para qué engañarnos, sé que está suspenso. O no, tal vez me sorprenda.
Debería enfadarme conmigo misma más a menudo, pero otra vez me da pereza. Tengo que dejar de usar esa escusa... Tendría que comenzar a cambiar mi estilo de vestir, a ser un poco más presumida -como dice mi madre-, aunque no sé muy bien a qué se refiere con eso. Y yo no estoy como para investigarlo.
Hay tantas cosas que me gustaría escribir para "publicar", las empiezo y nunca las acabo.
Y vuelta a lo mismo.
Me gustaría pretender que me importa pero realmente no lo hace, o tal vez es una escusa de las mías... otra vez.

Y mejor dejo esto ya o al final acabaré diagnosticándome a mí misma cosas que probablemente no tenga, y tampoco voy a ir a un psicólogo, o psiquiatra, porque desde que vi la primera temporada de Hannibal me dan miedo...

domingo, 16 de junio de 2013

Like some kind of madness... Misión Muse - Parte 1 Exogenesis.

Voy a dejarme la voz y a llorar como idiota en el concierto.
                Era el mediodía del jueves seis de junio e intentaba concentrarme en mis apuntes de Fonética Inglesa mientras mi móvil vibraba de vez en cuando avisándome de que tenía un mensaje en Facebook. Imposible encontrar la concentración. Los apuntes en inglés se me emborronaban y se convertían en las letras de las canciones de Muse. Sin darme cuenta ya eran las cinco de la tarde y me levantaba de mi escritorio para meterme en la ducha. Un buen rato después salía del baño y me encerraba de nuevo en mi cuarto pretendiendo volver a estudiar. Más pretender que estudiar, para qué engañarnos.
                Las siete, hacer la mochila con mi madre. Ropa limpia por aquí, comida por allá, cepillo de dientes a continuación, entrada y demás cosas importantes después, y así… Poco a poco, hasta que entre mi madre, las cosas y yo conseguimos llenar la mochila de mi hermano para las siete y media de la tarde.
                Una vez todo preparado, vuelta a “estudiar”, pero a las ocho y cuarto tocó ponerse a cenar pues a las nueve y diez pretendía coger el autobús urbano que me llevase a la ciudad. Todo un amasijo de nervios me vestí, cogí dinero y me dirigí hacia la parada del autobús haciendo eses, y no es broma.
                Conseguí llegar y me senté a esperar a que el transporte público hiciese su llegada. Luego dentro casi consigo llevarme la pierna entera con el asiento. Debía tranquilizarme o podía no llegar al día siguiente al concierto. Porque era cierto, solo quedaban veinticuatro horas para que el concierto empezase.
                Ya en la parada de Logroño donde había quedado con mi amiga bajé del autobús y anduve un poco, justo me paré y alguien llamaba mi nombre. Era mi amiga. ¿Llevas aquí mucho tiempo?, fue lo que me preguntó. Acabo de llegar. Y era verdad. Comenzamos a andar, claramente sin un punto fijo preguntándonos qué hacer durante las tres horas que nos quedaban por delante antes de que saliese nuestro autobús hacia Barcelona. A la una de la madrugada para llegar allí a las siete.
¡Y menos mal que cogimos ese billete!
Al final acabamos decidiendo ir a un bar a tomar un café. Nos pusimos a hablar del primer tema de conversación que encontramos. Aunque ahora no lo recuerdo muy bien, sé que tenía que ver sobre mi “frialdad” y sobre anime. Conmigo siempre se acaba hablando de anime, hagas lo que hagas. ¿Soy aburrida? Puede ser, puede ser. También hablamos un poco sobre nuestras canciones favoritas de Muse, pero los detalles se los llevó el viento.
A las diez, más o menos, decidimos levantarnos e irnos a otro lugar. Al final optamos por irnos a tomar una cerveza. Sí, tomamos alcohol después de bebernos un café. Doy gracias a la diosa de que no nos pasara nada. En aquel nuevo bar nuestra conversación se tornó más espiritual, quitando la parte del porno gay…………….
Esta vez hablamos de espíritus, de “Dios” y del Más Allá. El caso es que la conversación se alargó hasta que decidimos levantar el campamento e irnos hacia la estación de autobuses. Quedaba una media hora para que, supuestamente, saliese nuestro autobús.
Ni a mitad de camino nos encontramos con unos conocidos para mí (quitando a uno) y a unos amigos para mi acompañante. Estuvieron hablando de algo a lo que no presté demasiada atención, pues la información que se daba no era demasiado útil para mí, como para almacenarla en algún lugar de mi mente.
Volvimos a andar y minutos después llegamos a nuestro destino. No recuerdo cuánto fue que tardó el autobús en aparecer, pero sé que fue un poco. Cuando lo hizo me quedé estupefacta pues era el mismo que yo solía coger para volver desde León, pero que ahora, por alguna extraña razón, no me aparece como autobús accesible… Estuvimos un gran rato esperando para entrar pues un señor delante nuestro estaba hablando con el conductor que no le dejaba subir pues su billete estaba escrito a mano, o no sé qué cosas raras.
Una vez nos dejaron entrar nos sentamos en nuestros sitios esperando a salir del lugar, pero aún el señor del billete extraño hablaba con el conductor agobiado porque si no cogía este autobús no iba a llegar a coger un avión que le llevaría a un lugar desconocido que no fue revelado, en ningún momento.
La una y diez y aún no salíamos. La gente del autobús comenzaba a ponerse nerviosa, pues había algunos que también debían coger un avión. Una chica, creo que era gallega, comentó que estaba perdiendo tiempo para poder ir a ver a su amor. Otra, que iba delante de nosotras con su amiga, propuso que el señor sacase el billete por el móvil. Unos cinco minutos,  y unas doscientas cincuenta y siete súplicas del señor después, el conductor le dejó subir y nuestro viaje de seis horas comenzó con un: Por fin puedo ir a ver a mi amor de la chica enamorada, y risas por parte de los demás.
Queda decir que fue el viaje más largo de mi vida, pero no pasó tan lentamente como esperaba que pasase, a pesar de que no conseguí dormir ni tres minutos seguidos. Tenía sueño, estaba cansada, solo quería dormir para que así el viaje se pasase más rápido, pero ni modo de conciliar el sueño o de encontrar la postura correcta para hacerlo. Aunque también se le podía añadir a ello los nervios que tenía en el cuerpo porque se acercaba la hora de ver a Muse.
No recuerdo cuantos vídeos de mis grupos japoneses me vi por el móvil, ni cuantos tuits ansiosos escribí, tampoco cuantas canciones mi mp-4 reprodujo. Lo que sí recuerdo fue que la música que sonaba de fondo, en mi mente, seguía siendo Exogenesis.
Los kilómetros pasaban y pasaban, al igual que mis ganas de dormir. Miraba por la ventanilla, a pesar de que estaba demasiado oscuro como para poder distinguir mucho excepto las señales de circulación.
Llegamos a Zaragoza, la chica y su amor se encontraron por fin, el autobús siguió su camino, y Exogenesis se repetía por enésima vez.
Cuando fue que llegamos a un área de servicio y con ella la primera y única parada del viaje yo tenía hambre, pero no salimos del transporte, me comí uno de los pastelitos que me había metido mi madre en la mochila de mi hermano. El hambre se pasó, un poco, pero no del todo. Volvíamos a movernos después de una media hora larga de parada.
Comenzó a amanecer, el cielo mostraba un hermoso tono morado, y yo aún no conseguía dormirme un solo segundo, como ya dije antes no lo conseguí en todo el viaje. El amanecer cada vez se hacía más claro, los tonos morados del principio acabaron siendo azules y amarillos, un espectáculo digno de memoria. Barcelona se acercaba, no solo se notaba en el aire, sino también en los nervios que recorrían todo mi cuerpo. Llegábamos a nuestro destino.
Minutos después Barcelona apareció ante nuestros ojos, unos momentos después nos adentrábamos en la ciudad hacia la, supuesta, estación donde nos teníamos que bajar.
Mis pies tocaron suelo firme, mi culo protestaba doliendo incontroláblemente, mi vejiga hizo acto de presencia y mis tripas sonaban como si no hubiera un mañana. Era hora de ir a algún lugar para desayunar, eran casi las siete y media, nuestra aventura apenas acababa de empezar y nosotras no sabíamos lo que nos deparaba el resto del día. 

CONTINUARÁ...

jueves, 2 de mayo de 2013

"God's of tiny and intricate dimensions."

Cuando creáis historias,
 os convertís en dioses
 de dimensiones diminutas e intrincadas.
Metatrón (Supernatural 8x21)

Ser escritor es realmente lo más maravilloso del mundo.
Realmente me encanta escribir; no sé si se me da bien, mal o regular, pero me encanta. Adoro mis personajes, son como mis hijos. Me gusta poder tener tantos hijos como yo quiera, sin importarme el número. 

Ser escritor es lo más maravilloso del mundo porque:
"Hago con ellos lo que quiero; les doy a luz, los cuido, les hago enamorarse de personas impensables, me gusta hacerles sufrir y verles felices. Soy yo quien controla sus pequeños e insignificantes mundos, sus pensamientos y sus acciones. 
Así como les doy vida, los hago desaparecer."

Definitivamente adoro convertirme en diosa de dimensiones diminutas e intrincadas. Ni yo misma lo hubiese planteado mejor. Gracias Ben Edlung (el guionista que escribió este episodio de Supernatural).


jueves, 11 de abril de 2013

Higurashi no Naku Koro ni

Vamos, tenemos que olvidar ese futuro que siempre se nos presenta lleno de sangre. 
Cuando notes que el cálido viento sopla en espirales podría ser que quisiera mandarnos una señal. 
Libérate, libérate de ese destino lleno de dolor. 
No tienes porqué ser una flor brotando en el Infierno. 
No florezcas en un lugar así, no lo hagas ahí. 
No dejes que ese lugar te aprisione. 
Mientras los fragmentos del tiempo siguen flotando en silencio.








domingo, 31 de marzo de 2013

Quiero ver Doctor Who.

Ayer era en Inglaterra el estreno de la segunda parte de la séptima temporada de una de mis series predilectas de la televisión (BBC One) inglesa, Doctor Who.
Llevo esperando por este capítulo, diría toda la vida pero no es cierto, algo así como un mes y medio y me habían dejado en una de las partes más interesantes de la temporada. Así que os podéis imaginar cómo era que estaba. Sobre todo si le añades mi dolor de ovarios mensual, y que eso estaba afectando a mi estado anímico del día.
No sabía exactamente a qué hora era el estreno en Inglaterra, y en otros pocos afortunados países del mundo que tienen la BBC como una de sus cadenas en la televisión (cosa que no me extraña nada que España no esté entre uno de ellos), pero suponía que era hacia las diez y media o así. Pero, para no pasarme de la hora por si había una remota y extraña posibilidad de poder verlo en internet a la misma hora que el resto de países en los que se habla inglés, a eso de las seis y media (todavía sin haber acabado un trabajo de fonética cuya fecha límite de entrega es hoy) decidí meterme en la página de la BBC y buscar si por una casualidad se podía ver la tele. Queda decir que tenía esa esperanza porque, por ejemplo, la radio sí que se puede escuchar desde allí.
Si la radio se puede escuchar, ¿por qué no podría ver el episodio de Doctor Who de la misma manera? 
Lo cual, debo confesar, no salió tan bien como en un principio parecía.
¡Conseguí encontrar la hora en la que la serie se echaba y quedaba menos de una hora! Es decir, el episodio lo echaban a las siete y cuarto, seis y cuarto hora inglesa. No podía creerme que iba a ver, por primera vez, un estreno de algo al mismo tiempo que los ingleses.
Como al fin parecía que el día no iba a acabar tan mal como pensaba decidí acabar el trabajo y así hacía tiempo a que llegase la hora señalada. Cuando decido que no puedo esperar más y, aunque no me enterase de nada, intento ver las noticias de los deportes que iban antes, un mensaje ninja aparece... ¡ME PEDÍAN UNA TV LICENCE! Una TV licence, ¿qué coño era eso? Pues al parecer, en Inglaterra, si quieres ver la televisión por internet tienes que pagar una cierta cantidad de dinero al mes o al año para poder acceder a ello.
Quedaban quince minutos para la hora y no encontraba una maldita página donde poder verla, diez minutos y nada, cinco y seguía sin encontrar... Ya eran y veinte, mierda, mierda, mierda. Las siete y media, más mierda... Solo me quedaba una esperanza... Que la gente que suele subir los episodios de las series al día siguiente de su estreno en su V.O. a seriesly, al ser este estreno mucho antes que de costumbre, lo subiera para las ocho y media aquí en España.
No parecía que fuera a salir mal del todo el día, pues a la hora que yo había previsto, la gente comenzó a subir links de visionado directo ¡pero eran de descarga y tardaba dos horas en bajarse el capítulo!
Para mi sorpresa, diez minutos después alguien puso un link que sí funcionaba.
Imaginaos el grito de felicidad que pegué en ese momento.
Sin embargo, no todo podía salir tan perfecto. Además de que el link por donde vi los primeros ocho minutos y medio del episodio iba más lento que el caballo del malo, mi primo vino a cenar justo cuando estaba emocionada al ver que el Doctor se ponía su ropa predilecta de esta temporada.
Así que tuve que ir a cenar al salón todo el rato pensando: Quiero ver Doctor Who, quiero ver Doctor Who... Y sonriendo a la pizza cual estúpida mientras me acordaba de lo genial que salía el Doctor en lo poco que pude ver de episodio.
¡Y al final el milagro llegó! Cuando acabamos de cenar a que no adivináis ¿qué hicieron mi padre, mi hermano y mi primo? ¡SE PUSIERON A VER EL FÚTBOL, TENÍA VÍA LIBRE PARA ACABAR DE VER DOCTOR WHO!
Y eso hice... Por fin había conseguido encontrar un momento de libertad para emocionarme con una de las mejores series de toda Inglaterra...

Conclusión del episodio de ayer de Doctor Who: Sigue sin gustarme el nuevo diseño de la T.A.R.D.I.S. ni Clara, la nueva acompañante del Undécimo Doctor.
¡¡¡¡¡¡¡¡Yo quiero que vuelvan los Pond!!!!!!!!

jueves, 14 de febrero de 2013

Labios de whisky con sabor a cigarrillos.

Aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio [...]

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo, 
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento [...]

L. García Montero,  Aunque tú no lo sepas.

Es un poema que me ha tocado analizar esta mañana en un examen que, por cierto, está suspendido, y que me ha recordado a un tiempo no muy lejano... Sip, soy más estúpida y romanticona de lo que parezco a veces. Además viene bien para un día como hoy, aunque sea uno de los días más consumistas del maldito año, San Valentín. (Puagg...)


miércoles, 6 de febrero de 2013

Wounded.



Lost and broken.
Hopeless and lonely.
Smiling on the outside
and hurt beneath my skin.
My eyes are fading,
my soul is bleeding.
I'll try to make it seem okay,
but my faith is wearing thin.
So help me heal these wounds
they've been open for way to long.
Help me fill this hole,
even though this is not your fault
that I'm open and I'm bleeding
all over your brand new rug.
And I need someone 
to help me sew them up.
I only wanted a magazine,
I only wanted a movie screen,
I only wanted the life
I'd read about and dreamed.
And now my mind is an open book,
and now my heart is an open wound,
and now my life is an open sould for all to see.
But help me heal these wounds,
they've been open for way too long.
Help me fill this hole,
even though this is not your fault
that I'm open and I'm bleeding
all over your brand new rug.
And I need someone
to help me...
So you come along,
I push you away
then kick and scream for you to stay,
'cuz I need someone to help me.
Oh! I need someone to help me...
To help me heal these wounds,
they've been open for way too long.
Help me fill this hole,
even though this is not your fault
that I'm open and I'm bleeding
all over your brand new rug.
And I need someone to help me sew them,
I need someone to help me fill them,
I need someone to help me close them up.

viernes, 11 de enero de 2013


El mundo de Dookie Uchiha:
La historia de mi vida/2

Acabé con los fastidiosos días en educación infantil para cambiarme de colegio, seguía siendo en mi pueblo pero en distinto sitio, y para mi alivio no iba a tener a la profesora que había hecho que odiase mis tres primeros años escolares, pero iba a tener otros profesores tal vez peores. Como el tipo de primero, yo no entendía una mierda de matemáticas, y sigo sin entender. Bah, a mí qué me importaba cómo se restaba con llevadas, seguía queriendo ver anime en la televisión y pasar las tardes en la plaza coleccionando los tazos de Pokémon que salían en las bolsas de patatas y ganando los tazos de mis amigos para tener cuántos más, mejor. Además había descubierto unos cuantos animes más como Digimon, Bola de Dragón, Medabots...
Pero con lo que me dio de verdad fue con Harry Potter, y luego con El Señor de los Anillos pero un poco menos.
Así que como imagináis sólo pensaba en fantasías, como lo llamaba mi padre.
Ahora sigo viendo anime, pero sigo extrañando esas primeras series que me engancharon cuando era pequeña... Sí, a veces hasta se me escapa una pequeña lágrima cuando veo los openings y endings de ellas.

P.D. Siento haber tardado tanto en escribir otra entrada de estas, pero es que las iba retrasando y retrasando y nunca encontraba el tiempo. Como ahora estoy un poco melancólica me dan por recordar cosas como estas...
Ahora toca seguir estudiando que apenas he tocado Linguística (que la voy a dejar para Febrero porque es demasiado para aprendérmelo en dos semanas) y debería haberlo hecho. Otro día más, y espero que mejor.