Eres mi visita número

miércoles, 9 de enero de 2013

I think I'm gonna throw it all up.

        Se acercan los primeros exámenes de mi época universitaria y nerviosa no es ni la mitad de cómo me siento en estos momentos. Me dan ganas de llorar, de no dormir, no puedo ni comer una sola patata frita por miedo a echarlo todo, y solo quiero estar en casa con mis cascos puestos y cantar mientras leo manga.
        Sé que si voy con la mentalidad de que voy a suspender al final lo haré, pero cuando pienso en todo lo que aún debo, por aprenderme mi estómago juega conmigo y es imposible no pensar que voy a suspender. Y si suspendo no podré seguir estudiando lo mismo en mi ciudad. No es que no quiera seguir en León, tampoco es porque me encuentre mal aquí, es porque el gasto es demasiado alto y me da la sensación que aquí no rindo todo lo que podría.
         No puedo escribir esto sin que las ganas de llorar aumenten por momentos. Si alguna de las frases que escribo no tienen mucho sentido, entendedme.
         Creo que me he dado cuenta, demasiado tarde, lo rápido que se pasa todo. El 2012 se acaba de ir, y fue tan maravilloso en tantas formas. La primavera leyendo manga y estudiando inglés en una academia. El expomanga. El verano esperando para saber si me habían cogido en la Universidad de donde vivo para acabar estudiando en León. (Aunque al final no ha sido tan malo como parecía en un principio). Parece que fue ayer cuando descubrí, mi ahora adorado hobby, el anime. Cuando todo lo que soñaba con ser era Entrenadora Pokémon... Ojalá todo fuese tan fácil, ¿verdad? Porque en el fondo, lo sabía, nada era así de fácil.
          No quiero que todo se pase, no quiero seguir cumpliendo años, no quiero ser mayor. Me aterra el cambio, y más si es un cambio tan rápido como este. Aunque también me aterra quedarme estancada, quedarme atrás, ser otra persona más sin estudios. Quiero estar aquí y a la vez quiero volver a casa. Pero, ¿no es lo mismo que el año pasado? ¿Voy a volver a dejar los estudios sin acabar en el primer año? No quería estudiar fuera pero aún así, ¿no fui yo quien les dijo a mis padres que no me importaba? Ahora deseo haber dicho que no, que me quedaba en mi ciudad haciendo esos cursos de inglés en la Universidad e intentar entrar de nuevo al año siguiente.
          Solo quiero que Enero y Febrero se pasen de una vez y comenzar las clases del segundo semestre tan rápido como se han pasado los meses anteriores. Quiero no tener ganas de vomitar como las estoy teniendo últimamente. Necesito, me da igual suspender o no, que esta fase se pase de una vez. Perderle el miedo a los malditos exámenes...
           ¿Por qué los malditos exámenes tienen que existir? Los odio con todas mis fuerzas.

1 comentario:

Organdí. dijo...

Por desgracia los examenes existen porque convertir a personas en números es mucho más rentable a la hora de decir si valemos o no para lo que hacemos. Una gran tontería que es mejor no interiorizar como lo estás haciendo ahora. Es por eso que te dan tanta ganas de vomitar. Los examenes no son más que papeles en los que plasmar lo que sabes, simplemente es una nota. No está todo tu conocimiento ahí. He visto con mis propios ojos que sabes bastante de inglés y tu interés por seguir aprendiendo es admirable la verdad. Restale importancia a los examenes y disminuirán tus nervios. Es mucha la presión que tienes porque entre que tus padres te están pagando el estar ahí y el gran cambio que eso supone... pero no pierdas la esperanza. Aún tienes tiempo para aprenderte todo lo que te falta, sólo tienes que encontrar esa motivación que te ayude a conseguirlo. No todo está perdido Andrea y como digo siempre; Si suspendes ya aprobarás. Lo bueno de todo esto es que de los errores se aprende así que hazlo lo mejor posible. No te des por vencida porque esa es la clave del fracaso. Yo quiero ver cómo ese afán de triunfo se manifiesta. Quiero ver cómo levantas esos ánimos porque realmente lo necesitas.
Un fuerte abrazo Señorita ;)