Eres mi visita número

lunes, 10 de octubre de 2011

I'm not pretty, i'm not cool...

Sé perfectamente lo que soy, y no necesito que mierdas como tú me lo vayan repitiendo una y otra vez. Estoy harta de que piensen que saben cómo es que soy, que me tienen calada, y que controlan mis pensamientos y sentimientos. Estoy harta de tener que repetir una y otra vez aquella frase tanto en alto como en mi cabeza.
Ahora la moda es ser flaca, casi enfermiza, tener la cara pequeñita y de facciones, como ellos las llaman, bellas. ¿Por qué no nos paramos a pensar en lo que se decía que era belleza? Mujeres, no gordas, pero de una constitución fuerte, y las caras alargadas. ¿Por qué no tomamos este canon de belleza ahora y no el que los anuncios nos venden como buenos?
Yo no estoy a favor ni de uno, ni del otro, pero me gustaría que dejasen de vender tanta porquería.
Estoy harta de los prototipos de mujer diez, estoy harta de que nos vendan trucos de belleza que no sirven para nada, o cremas anti edad que lo único que consiguen es que las personas con millones de arrugas se gasten el dinero en ellas. Estoy harta de ver a la mayoría de las famosas con perfectas tetas de silicona, rostros tensos por el botox y ni una sola curva en su estómago.
Yo tengo tetas de tamaño normal, un rostro lleno de lo que ahora llaman imperfecciones, y tengo tripa, ¿debo deprimirme por esto? ¿No salir de casa porque no soy como esas personas?
Pues si debo hacer eso ya puede irse jodiendo la gente porque no pienso hacerlo.
Ya he malgastado varios años de mi vida con un sentimiento de asco hacia mí misma, varios años sin querer mirarme al espejo, estando decaída por culpa de no ser todo lo perfecta que otras personas desearían que fuese.
No quiero malgastar ni un segundo más de mi existencia pensando en que no merezco vivir, en que mejor acabaría con mi vida para siempre, no quiero malgastarlo, porque sería malgastarlo. Además que en cierto modo ellos acabarían ganando, y no pienso darles el gusto de que se den cuenta de que me jodía tanto lo que pensaban de mí que acabé optando por interrumpir mi vida para siempre, acabé cometiendo un suicidio.
Creo que se acabaron los días deprimidos por culpa de mi figura, o mi forma de ser exteriormente. No merece la pena dejarse influenciar por gente tan estúpida cómo para no ver que estoy a gusto conmigo misma, cómo para no quererme tal y como soy, sin necesidad de querer cambiarme como soy.
Porque estoy orgullosa de mi tripa, orgullosa de mi cuerpo, orgullosa de cómo soy tanto por fuera como por dentro. Prefiero ser una persona inteligente y fea, a ser una persona hermosa y con la cabeza llena de serrín. O como el cantante Kurt Cobain dijo alguna vez: Prefiero ser odiado por quién soy, que amado por quién no soy.

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