Eres mi visita número

domingo, 17 de julio de 2011

My childhood is over.

Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas...

[La película la vi el viernes, y entre que llegué tarde a casa, me dolía la cabeza y quería llegar a la cama, y que ayer me fui a Madrid no he tenido tiempo de escribir nada, así que ahora toca descargarse...]

No sé exactamente como empezar, pero sé que encontraré la manera de hacerlo.
Sé que me había hecho muchas ilusiones con esta película, que había comenzado la cuenta atrás 36 días antes del estreno, y que el libro me encantó...
Compré las entradas el lunes de esta semana, e incluso había pensado la ropa que iba a llevar en el estreno. El viernes por la mañana me compré una camisa a lo uniforme de Hogwarts (no iba a ir con jersey pues iba a parecer una loca viendo el calor que hacía), y mi madre me dibujó la Marca Tenebrosa en el brazo izquierdo (aún me dura).
Por fin por la tarde llegó la ocasión de verla, fui con mis primos a los que les tuve que explicar la película anterior puesto que no la habían visto.
La película fue una gran mezcla de sentimientos extraños. Odio por las idiotas que tenía al lado mi primo que solo iban a ver la película a ver a los chicos (gritos cuando Ron y Harry se quitan la camiseta y esas cosas estilo la mierda de Crepúsculo), risas en los momentos de ternura de Ron, o cualquier chorrada que pasaba como uno de los momentos de McGonagall, y lloré en la parte de Snape (yo quiero un hombre así, dispuesto a morir por mí). Me gustó la película en sí pero para mi gusto había partes en las que les faltaba emoción. En la parte del hermano de Dumbledore me faltó más sobre la historia de la muerte de Ariana, y en la parte de Albus más diálogo, más emoción. También eché en falta la charla de Voldemort y Harry, está bien que dieran más protagonismo a la lucha entre Harry y Tom, pero me hubiese gustado que estuviesen en el Gran Comedor y que hablase Harry sobre lo que se dice en el libro.
Siempre me quedará la sensación extraña de que después de tanto tiempo amando a los gemelos hayan tenido que separarse para siempre. Sigo diciendo que los gemelos Weasley les daba vidilla tanto a las películas como a los libros. Pero está bien la decisión que hizo Joanne, al fin y al cabo ella es la autora y la creadora de los personajes, así que no puedo objetar nada.
Tal vez vi la película sin darme cuenta de lo que estaba pasando en realidad en la pantalla. Estuve pensando en que ya se iba a acabar todo esto. Y no asimilaba lo que estaba viendo. Y la verdad es que sigo sin asimilarlo.
Pensar que ya se ha acabado una parte de mi vida, y una tan importante como esta me deja mal (por decirlo de alguna forma). Ya no habrá más leer un libro y esperar a que salga la película. Ni esperar dos años a que salga el siguiente. Ni siquiera el ir dándome cuenta de que ésto iba a acabar algún día (más bien, no me daba cuenta hasta que leí el último libro).
Ahora que ha llegado el momento de decir adiós a Harry Potter, no sé muy bien cómo hacerlo.
Empecé siguiendo la saga Harry Potter cuando tenía ocho años, vi primero la película y luego leí el libro y desde entonces no he podido desengancharme a ellos. Esperaba con emoción a que mi tía me diera el siguiente libro para leer más, y a que llegase la película basada en las novelas para ver a mis héroes hacer todo lo de los libros.
Tal vez lo que más me duele de todo esto es no volver a ver los chicos juntos, ni a leer nada que me llegue tanto como lo hicieron estos libros. Muchas personas no sentirán lo mismo que yo, ni les importará que esto haya acabado, pero yo me siento muy mal, no lo hago ver exteriormente, la procesión va por dentro.
Ahora solo espero que me digan que vaya a verla de nuevo para empaparme bien de la película, y poder tener una opinión más objetiva y menos personal sobre ella.
Se ha acabado mi infancia, y en estos momentos no sé muy bien como terminar porque me están entrando ganas de volver a llorar.
Travesura realizada.

No hay comentarios: